Erandio 

Os dejamos un artículo publicado en Naiz el 05/09/2012, escrito por Txetxu Aurrekoetxea:

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Es curioso, como desde los aparatos del partido, en ciertos momentos históricos, se ha tratado a determinados ex- Lehendakaris (Agirre e Ibarretxe), para ahora rasgarse las vestiduras, dedicando exabruptos, contra alguien que les ha adelantado, por la banda derecha.

Del trato a Ibarretxe, no voy a decir nada, ya que es un hecho tan reciente que todos hemos sabido y conocido lo ocurrido. Lo que si voy a tratar, por ser un tema más lejano y también bajo mi punto de vista más grave si cabe y que no se ha dado a conocer, por los ahora «sasidefensores» del Lehendakari Agirre.

El trato dado, por parte de la dirección de su partido, al Lehendakari Agirre, en momentos, como los actuales,  difíciles y trascendentales, como fue, la época de la Guerra de 1936, es digna de ser conocida y más después de lo tratado por algunos.

La historia no conocida por muchas personas, a las que he consultado, después de las declaraciones de estos días, es la siguiente.

En un momento determinado, cuando el ejército franquista estaba ya sobrepasando el ‘cinturón de hierro’ y algunos batallones del Eusko Gudarostea, estaban llegando a Santoña, Juan Ajuriagerra, entonces presidente del EBB, de acuerdo con sus compañeros de dirección, especialmente Luki Artetxe, tomó la decisión política de pactar con los italianos, aspecto éste, que anteriormente ya lo habían intentado antes de la toma de Bilbao, a espaldas del Lehendakari Agirre.

Existieron dos iniciativas, una del Gobierno italiano, por medio del Cónsul en Donostia, Marques de Cavaletti y otra del Vaticano, en ambos tuvo una participación activa el sacerdote Alberto Onaindia, quien transmite sus proposiciones al Lehendakari Agirre y estas se limitaban a ofrecer garantías del Gobierno italiano, para la rendición de Bilbao.

El Lehendakari Agirre contestó, que no podía haber dialogo, sobre rendición y afirmaba que cuenta con su pueblo y con algo más.

El Cónsul Cavaletti seguía insistiendo con Onaindia, teniendo otra reunión, en la residencia de éste, en Donibane-Lohitzun y continuaba reiterando las garantías del Gobierno italiano, a los vascos, si estos aceptaban rendirse.

Las ofertas fueron nuevamente transmitidas al Lehendakari Agirre, quien las rechazó, siempre con tanta cortesía, como firmeza.

El sacerdote Onaindia continúa con sus negociaciones a expensas del EBB y se desplaza a Roma, acompañado por el director del diario Euzkadi del PNV, visitando al Conde Ciano, pero no pudiendo hacer lo mismo con Mussolini, lo que era uno de sus principales deseos y objetivos.

Obtuvieron promesas a cambio de rendición, planteando los negociadores vascos una nueva formula, cual era, que la rendición podía simularse, por medio de una victoria italiana.

En este momento las divergencias, entre el EBB y el Lehendakari Agirre, ya eran claras, dado que éste, quería continuar la lucha con sus gudaris, estudiando incluso, el traslado del Eusko Gudarostea, desde Santander a Catalunya, para lo cual ordenó el alquiler de diez buques, con la intención de llegar a Iparralde y de allí pasar a Catalunya, desde donde intentar la reconquista de Euskadi, a través de Nafarroa.

Pero una vez más, se hizo lo que interesaba al PNV y no al Lehendakari Agirre, desoyéndole y dejando a los gudaris «custodiados» por las tropas italianas, dando paso a que todos ellos fueran encarcelados por los sedicentes franquistas y lo que es peor, asesinados y trasladados a los diferentes campos de concentración, que el franquismo tenía instalados por toda la geografía hispana.

Por tanto amigo Urkullu, como puedes observar de «insulto», nada de nada y Sr.Aitor Esteban, ya se conoce quienes son y fueron los verdaderos  «sinvergüenzas», ya que algunos creemos, que AGIRRE ES UN LEHENDAKARI DE TODOS.

Txetxu Aurrekoetxea (Publicado en NAIZ 05/09/2012)

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