El día 7 de octubre de 1936, bajo el árbol de la tradición, un grupo de hombres elegidos para gobernar a su pueblo, que había visto proclamar la autonomía unos días antes, prestó solemne juramento. A todo esto, la guerra era un hecho presente en el país vasco, Akondia, Arlaban y Elgueta, constituían la línea de fuego, cuya finalidad era apoderarse de Bilbao, y Vitoria entre otras ciudades vascas, mientras que Gipuzkoa y Vizcaya se defendían heroicamente. Por mar los buques de la falange (España, Almirante Cervera y el destructor Velasco), se paseaban con total tranquilidad destruyendo barcos de pesca y bombardeando objetivos en tierra, como lo hicieran el 16 de agosto, cuando fueron bombardeados los depósitos de Santurce. Además, los barcos alemanes ayudarán a minar los puertos vascos, impidiendo la salida y entrada de las naves.
Fue durante esos días, cuando un grupo de diputados vascos se trasladó a Madrid con el fin conseguir la sanción del Estatuto de Autonomía.
El 1 de octubre se aprueba el Estatuto de autonomía vasca en GUERNICA,
Programa del Gobierno vasco:
- Garantizará y respetará los derechos individuales y sociales de todos los ciudadanos vascos y en consecuencia la libre práctica de confesiones y asociaciones religiosas, la seguridad de sus componentes y sus bienes, dentro de lo establecido en la Constitución.
- El Gobierno vasco llevará a cabo a través de su Presidente y del Departamento de Defensa, la dirección suprema de la Guerra, establecerá un mando único y rápidamente militarizará todas las milicias.
- El Gobierno vasco mantendrá el orden público, llegando, si fuere preciso a la adopción de mediadas extremas y excepcionales y vigilará la población civil de retaguardia, extirpando severamente el espionaje
- Procederá a la formación de un cuerpo de policía foral.
- Impulsará una política social respondiendo al principio de que el ciudadano tiene la obligación de contribuir con su trabajo y su capital y actividad intelectual al bienestar general del país, y además tiene derecho a participar en los bienes sociales según el progreso civil.
- Regulará el arrendamiento como contrato social y facilitará el traspaso de la propiedad privada de las tierras y caseríos a sus cultivadores sobre las normas de cooperaciones.
- Estudiará y llevara adelante un plan de obra pública de tenga por fin limitar el paro.
- Formará un presupuesto circunstancial que permita desarrollar la tarea actual, con impuestos de carácter progresivo.
- Resolverá rápidamente la situación de los presos políticos y militares sometiéndolos a tribunales populares creados por LEY.
- Revisará los escalafones de los funcionarios públicos
- Garantizará el acceso de los ciudadanos vascos a la Educación en sus diferentes niveles.
- Regulará las condiciones de la enseñanza libre y el uso del EUSKERA en todos los niveles y establecimientos docentes.
- El Gobierno en defensa de lo vasco, se compromete a garantizar la libertad, los valores espirituales y morales reconocidos por ley y sellados por la sangre.
- No afectando la situación actual las buenas relaciones que han de mantenerse con cuantos piases respeten la soberanía y los derechos de la República y de Euskadi, el Gobierno vasco cuidará celosamente de los extranjeros y sus representantes, que no alteren las operaciones militares.
- El Gobierno vasco le dará mayor trascendencia al SOLDADO que se encuentra en el frente al convertirse este en un ciudadano de privilegio. A quién dirige un emocionado saludo de todo el pueblo vasco, y hace votos por la rápida reconquista de las tierras vascas y porque la victoria corone para siempre la lucha de los defensores de un régimen justo, de la democracia y de la libertad.
El 7 de octubre de 1936 se juraron bajo el árbol de Gernika los hombres que constituirán el Primer Gobierno Autónomo Vasco.
El Lehendakari vasco será: José Antonio Agirre.
Y lo acompañarán en el Gobierno:
Heliodoro de la Torre: Consejero de Hacienda, (Partido Nacionalista Vasco). Telésforo de Monzón: Consejero de Gobernación, (Partido Nacionalista Vasco).
Gonzalo Nardiz: Consejero de Agricultura, (Acción Nacionalista Vasca)
Jesús María de Leizaola: Consejero de Justicia y Cultura, (Partido Nacionalista Vasco)
Ramón Aldasoro: Consejero de Comercio y Abastecimiento, (Izquierda Republicana)
Santiago Aznar: Consejero de Industria, (Partido Socialista de Euskadi)
Juan Astigarribia: Consejero de Obras Públicas, (Partido Comunista de Euskadi).-
Alfredo Espinosa: Consejero de Sanidad, (Unión Republicana).
Juan de los Toyos: Consejero de Trabajo Previsión (Partido Socialista de Euskadi).
Juan Gracia: Consejero de Asistencia Social (Partido Socialista de Euskadi).
Al cumplirse el 75 aniversario de la puesta en marcha del gobierno vasco, debemos destacar que José Antonio Agirre, contaba solamente con 32 años cuando se puso el frente del gobierno, y que su gabinete era el reflejo de la pluralidad patriótica, ante el avance del fascismo antirrepublicano.
Este efímero gobierno legalizó los símbolos vascos, (Himno, Escudo e Ikurriña), y defendió el euskera y atendió los requerimientos de la población civil y de la guerra, en inferioridad de capacidad económica y de fuego.
Hoy la Nación vasca se encuentra atravesando un momento de enorme ilusión, y en tal sentido, muchos ejemplos deberemos tomar de estos hombres que en el año 1936, se pusieron un país al hombro.
En consecuencia, debemos continuar construyendo una herramienta política plural y patriótica, para defender como hace 75, lo hicieron otros hombres ofrendando inclusive sus vidas, los derechos del pueblo vasco y entre ellos, a poder decidir en forma democrática, como así también, de que manera quieren vivir en el futuro.
La unidad y el diálogo deben ser el camino, para poder ir como en 1936 a Madrid, pero esta vez, no ha solicitar la aprobación de un estatuto de autonomía, sino a plantear cuales son los deseos y sueños de la mayoría de las ciudadanas y ciudadanos vascos, los cuales, tienen sumo interés en ejercer el derecho a decidir y a dar definitivamente vuelta la hoja del conflicto político vasco, por medio de las vías civiles, pacíficas y democráticas.
Prof. César Arrondo
Universidad Nacional de La Plata/Argentina